Apreciados compañeros: reproducimos a continuación en castellano, a solicitud de nuestros compañeros de la Asociación Catalana de Criminólogos, el comunicado que han emitido en su página web (www.criminologos.org):
"Ayer, viernes, día 15 de marzo, miembros de la Junta
directiva de la ACC asistimos a una reunión a la que habíamos sido convocados
por parte de la Dirección General de Universidades con el objetivo de tratar el
conflicto surgido durante estos últimos días a raíz de la noticia sobre la
intención de la Universidad de Barcelona (UB) de poner en marcha un Grado en
Seguridad el próximo curso 2014-2015.
A esta reunión asistieron el Dr. Lluís Jofre, Director
General d’Universitats, el Dr. Gaspar Rosselló, Vicerrector de Política
Acadèmica i Qüalitat de la UB, y la Sra. Olga Lanau, adjunta al Vicerrector.
Por parte de la ACC asistieron David Cuaresma, Presidente; Albert Garcia,
Vicepresidente encargado de relaciones institucionales, y María Contreras,
vocal responsable de comunicación y relaciones externas.
La reunión comenzó con un tono claramente tenso,
provocado por una parte por el malestar que los representantes de la UB
manifestaron a raíz de las informaciones que en torno a la creación de un Grado
de seguridad que la ACC ha hecho públicas en los últimos días y, por nuestra
parte, por el profundo disgusto ante el perjuicio material y moral que puede representar
para los estudiantes y profesionales de la Criminología la eventual creación de
este nuevo título. No obstante, pese a este inicio, la reunión se desarrolló en
un tono conciliador, promovido en todo momento por el Director General.
Los miembros de la ACC aclaramos los principales
argumentos de nuestro posicionamiento, que volvemos a reproducir a
continuación:
1. El
proyecto de Grado en Seguridad es una realidad que ha tomado cuerpo a partir de
una solicitud del ISPC sustanciada en varios documentos de trabajo que
contemplan, de forma clara e innegable, una intolerable superposición con el
plan docente del Grado en Criminología, con una coincidencia de más del 50% de
las materias. El eje vertebral de este proyecto es, además, por su orientación,
filosofía, contenidos y destinatarios, puramente criminológico. A estos
documentos no les hemos dado difusión por propia voluntad en el ejercicio de nuestro compromiso ético.
2. La
iniciativa de este proyecto ha sido bien recibida por la Direcció General
d’Universitats y por la UB, pero no así por otras Universidades catalanas, ni
tampoco por la comunidad criminológica del conjunto del Estado, representada
por la SEIC (Sociedad Española de Investigación Criminológica), y la FACE
(Federación de Asociaciones de Criminólogos de España).
3. Desde
la ACC hemos intentado recabar la postura de los responsables de Criminología
en la UB, pero en atención a que éstos nos pidieron esperar hasta el mes de
abril, y a la vista de las evidencias de las que ya disponíamos, en ejercicio
de la responsabilidad que nos atribuyen nuestros estatutos, nos dirigimos a los
diversos responsables implicados mediante una carta que evidenciaba nuestra
oposición al proyecto e hicimos público el comunicado dirigido a nuestros
asociados. En este punto admitimos que muy probablemente la forma de hacer
pública la nota no había sido la más apropiada, ya que no habíamos esperado la
respuesta de los destinatarios de las cartas antes de publicarla, y que uno de
los destinatarios de nuestras cartas (ANECA) era del todo punto inoportuno, ya
que la competencia de la aprobación o no de los estudios es, en Cataluña, de la
AQU (Agencia Catalana de Qualitat Universitària).
Por su parte, los representantes del Gobierno y de la UB,
a la vista de la documentación que los presentamos, reconocieron que el
proyecto inicial de Grado en Seguridad era como efectivamente nosotros hemos
afirmado. No obstante, nos informaron de que este proyecto está en proceso de
matización y reformulación, de que la responsabilidad del desarrollo del Grado ha
recaído en un catedrático de la UB completamente ajeno a la Criminología y de que
a lo largo de los próximos meses tendrían un nuevo proyecto que sustituya al
original. Afirmaron que la idea de la UB no es coincidente con la del ISPC en
cuanto a la formulación inicial del proyecto y que, desde su perspectiva, éste
debe ir dirigido a ofrecer a la sociedad profesionales especializados en
seguridad "integral", incluyendo aspectos como la protección civil, la
seguridad alimentaria, nuclear, de consumo, de extinción de incendios,
económica y, como no puede ser de otra manera, también la seguridad pública.
Hecho este primer posicionamiento entramos a tratar otros
temas, afirmando en primer lugar que el revuelo provocado por la noticia del
Grado en seguridad venía a ser la gota que había colmado el vaso demasiado
lleno por el maltrato del que ya desde hace muchos años está siendo objeto la
Criminología, víctima de una visión maniquea que la ubica unas veces como
hermana pequeña del Derecho penal y, otras, como mero accesorio en la
investigación de los delitos por la vía de la criminalística. Pusimos como
ejemplo de ello el hecho de que haya una evidente falta de compromiso por parte
de las administraciones públicas catalanas a la hora de asumir en el mercado laboral
institucional a unos profesionales perfectamente cualificados para asumir los
retos derivados de las necesidades de la población en cuanto a la gestión de la
seguridad ciudadana y la percepción de inseguridad, tanto en lo referente al
diseño, la gestión y la evaluación de los planes de actuación en estos ámbitos,
como con respecto a su prevención, incluyendo la detección de las amenazas, su
análisis y la gestión de los riesgos que se derivan. Desde nuestra visión
profesional, pero al mismo tiempo también académica, afirmamos que la
Criminología no se centra exclusivamente en el delito, sino al contrario,
abarca también la detección de las amenazas, su análisis y los riesgos que
deriven, su predicción, reacción y gestión.
También trasladamos las demandas que frecuentemente nos
llegan provenientes de los estudiantes en el sentido de que observan una
constante reiteración de contenidos y una frecuente insistencia en reducir la
visión de la Criminología, subordinándola y minusvalorandola.
A tal efecto, nos congratuló el compromiso del Director
General d’Universitats de buscar soluciones a esta falta de reconocimiento de
la profesión en el sector público y también, en la medida de sus posibilidades,
en la sociedad en general.
En conclusión: el Grado en seguridad seguirá su
desarrollo con el apoyo de la Dirección General de Universidades y de la UB, con
el compromiso adquirido por parte de esta Universidad de reformular el diseño
inicial para no entrar en conflicto con la Criminología. Por nuestra parte
estaremos muy atentos al desarrollo del mismo y haremos todo lo posible por
evitar que los titulados y estudiantes en Criminología se vean afectados y la
ciencia criminológica sea menospreciada. Lo haremos con la ayuda de toda la
comunidad criminológica, a la que queremos expresar nuestro más sincero
agradecimiento por el apoyo que estamos teniendo estos días. El resto de
demandas quedaron ciertamente soterradas por el peso del problema suscitado por
el proyecto de Grado en seguridad, pero confiamos en que ésta sea una
oportunidad aprovechada para avanzar en el mejor diseño y adecuación de los
estudios y en el reconocimiento profesional que tan justamente reivindicamos."
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